¿Qué diría Marie Kondo de tu decoración? Te invitamos a que revises el interiorismo de tu casa y lo pases por el filtro de la filosofía Marie Kondo.
Si en su día te animaste a leer su libro o si sigues ahora su reality en Netflix, seguro que has reflexionado mucho sobre sus propuestas. Todos tenemos algo que ordenar, y quien diga lo contrario, probablemente no se ha parado a pensar. Pues bien, su método puede aplicarse al interiorismo, y el interiorismo puede ayudarte a mejorar su método. Por un lado, sus ideas pueden ayudarte a tener una casa en la que te sientas más feliz. Pero por otro, el interiorismo puede la ser clave para que su método funcione.
Antes de empezar, reflexiona.
¿Tu casa te hace feliz? ¿Te sientes a gusto cuando pasas tiempo en ella? Pensar sobre este tipo de cosas te ayudará a saber si tienes que meterle mano a tu casa bajo el método KonMarie. Si miras a tu alrededor y sientes que tu hogar es eso, un hogar, enhorabuena. No todos podemos decir lo mismo (ni siquiera nosotras), pero si de verdad piensas que no hay nada que cambiar, adelante, no hagas nada.
Si notas que faltan o sobran cosas o, simplemente, no te gusta cómo tu casa te hace sentir, entonces puede ser el momento de afrontar algunos cambios.
¿Necesitas cambios? Esto te diría Marie si fuese tu interiorista.
Cambiamos con alegría de ropa cada temporada y sin embargo nos cuesta renovar los textiles de casa. ¿Cuánto hace que dijiste adiós a las hombreras? Es hora de despedirse también de los cojines de los 80. En los puntos de recogida de textiles no solo reciclan ropa. Los cojines cuestan menos que un abrigo; cámbialos de vez en cuando y pon los viejos en la bolsa que llevas al H&M. Tu casa cambiará, se renovará y parecerá otra con este sencillo gesto. Si les has cogido cariño, haz lo que dice Mrs Kondo. Da las gracias por los servicios prestados y deshazte definitivamente de ellos.
Y lo mismo si lo que ronda por casa es una butaca fea o un mueble de TV que desentona con el estilo que buscas. Para renovarse a veces hay que renunciar. Por el estudio han pasado clientes a los que esto les cuesta mucho. ¿Lo pinto? ¿O mejor lo retapizo? ¿Lo pongo en otra estancia? ¿Y si me lo llevo a la casa de la Sierra? Son todo circunloquios para no afrontar lo que toca. El punto limpio, Wallapop o asociaciones que gestionan enseres son una buena salida para las cosas que tú ya no necesitas. O que, sencillamente, ya no te hacen feliz. Hay ocasiones en las que merece la pena «arreglar» una pieza, pero créenos, son muy pocas.
¿Cómo detectar lo que sobra?
Con los muebles y la decoración pasa un poco como con el resto de posesiones. A veces las conservamos simplemente por la pena o el cargo de conciencia que nos da deshacernos de ellas. Te proponemos que te hagas algunas preguntas:
1. ¿Te presta servicio?
Esta es la piedra angular del asunto. Todos los objetos a los que no tengas un apego especial deben tener una función. Si no la tienen, empieza a pensar en deshacerte de ellos. Previa despedida con agradecimiento, por supuesto.
2. ¿Te hace feliz?
Pero muy feliz, no vale con que te guste.
3. ¿Tiene valor sentimental?
Hay objetos que puede que solo te gusten a ti. Pero si te lo ha regalado una persona muy especial con eso vale. Busca un sitio que merezca la pena y mantenlo. Eso sí, el valor sentimental no es el comodín del público. No puedes vivir rodeado de objetos con valor sentimental. Tampoco es bueno vivir «la vida de los otros» y conservar cosas porque «pertenecían a». Nos gusta que las casas tengan objetos de valor sentimental propio.
No adaptes nuevos espacios a objetos anticuados.
Por ejemplo, no hagas un salón pensando en un sofá que ya tienes. Sobre todo si tienes claro que no es el sofá que te comprarías si empezases de cero. No tiene sentido invertir en un salón completo y dejar una pieza anticuada (que no antigua) recordándote que no tuviste valor de decir «no», dar las gracias y pasar página.
Hemos visto reformas integrales en las que todo el trabajo y el esfuerzo se veía deslucido por haber conservado una bañera o un aparato de aire acondicionado. Cuando se reforma, los «ya que…» son peligrosos pero a veces, muy necesarios.
Qué se interpone entre el orden y tú. ¿Cómo puede el interiorismo ayudarte a ser más ordenado?
Siempre falta almacenamiento. Siempre. Créenos, siempre. Aunque creas que vas a tener suficientes armarios, es mentira. Los armarios son ese maravilloso sitio donde ordenar, y por qué no decirlo, ocultar cosas. No prescindas de ellos, no desprecies toda la altura que puedas aprovechar y planifícalos para sacarles el máximo partido. No hagas baños minimalistas sin almacenamiento. Pinterest a veces es una fuente de inspiración muy traicionera. Al menos, si lo que buscas es el orden y eres tú quien se encarga de mantenerlo.
Los libros no son el problema, el problema es no tener dónde ponerlos. Esto no quiere decir que no haya que hacer limpieza cada cierto tiempo. Evalúa cuáles quieres que continúen contigo y dona o regala el resto. Seguro que continúan haciendo feliz a otra persona. Y para los que te quedes, busca el sitio apropiado, sin prejuicios. Los libros están bien en el salón, no son elementos distorsionadores, como hemos oído alguna vez. Hemos diseñado casas llenas de libros en las que se integran de maravilla. Si tienes alguna duda, echa un vistazo a nuestra galería de proyectos.
Un último consejo: no te pongas trampas.
Podemos pensar que si quitamos el perchero de la entrada nos acostumbraremos a llevar el abrigo al dormitorio cada día cuando lleguemos a casa. Puede que sí, pero lo más probable es que no y el abrigo acabe atravesado en alguna silla, cerca de la entrada.
Si el perchero es un caos, revisa primero si hay abrigos que llevan ahí siglos y despídete de ellos. Puede que te sorprendas. Si la cosa sigue sin funcionar quizá lo que necesitas es un armario más próximo a la entrada o cambiar el modelo de perchero por otro que te permita ser más ordenado. No hay una solución universal pero si te analizas, descubrirás qué hábitos puedes cambiar y qué hábitos pueden evolucionar fácilmente cambiando algunos muebles.
Como ves, hay muchos aspectos del método KonMarie que se pueden llevar al interiorismo.