CHAMBERÍ IV.
De tres dormitorios a uno: la transformación de una vivienda lúgubre en un apartamento de lujo.
Muchos clientes que compran viviendas para invertir piensan que será más fácil alquilar sus casas cuantos más dormitorios consigan mantener. Esto es peligroso porque las viviendas antiguas (al menos en Madrid) presentan plantas muy compartimentadas y las dimensiones de las estancias están lejos de cubrir las necesidades y demandas actuales.
Este es un claro ejemplo. Partíamos de dos dormitorios, un saloncito, una pequeña cocina, una alcoba destinada a comedor y un baño minúsculo. Nuestra clienta deseaba mantener dos dormitorios pero, aunque hicimos algunas propuestas, el resultado estaba lejos de ser amplio y funcional. Finalmente atendió nuestro consejo de dar prioridad a la luz y a la comodidad (aunque eso supusiese dejar la vivienda con un solo con un dormitorio) y el resultado no pudo ser más satisfactorio. No solo porque el resultado sea estupendo; también porque en un par de semanas consiguió alquilarla a un precio un 20% superior al de sus expectativas más optimistas.
En este caso trabajamos también el interiorismo, lo que nos permitió afinar mucho más el resultado: una envolvente neutra con toques de color vibrante que la llenan de personalidad. ¿Qué me dices de la Smeg negra? Seguro que no has visto muchas en viviendas de alquiler. Nos permitió completar el equipamiento de la cocina sin comprometer la estética del «open concept» pero además es un elemento diferenciador respecto a la competencia. Una vivienda cuidada, resuelta con cariño y bien equipada no pasa desapercibida en los portales de las inmobiliarias.