Vinateros. Madrid.

Sobre este proyecto

En este proyecto de interiorismo, contábamos con dos condicionantes muy marcados: había varios muebles que conservar y teníamos un solo de color cerezo que tampoco podíamos cambiar (al menos de momento).

Son los casos más difíciles porque hay que trabajar con una envolvente complicada y con muebles que a menudo tienen mucha presencia y hacen difícil conseguir cambiar la imagen global de la estancia.

En el salón, teníamos que conservar el mueble de TV y la mesa de centro (de color negro), la mesa de comedor y el aparador blanco que la acompaña.

Propusimos instalar un sofá y sillas en tonos grises, que tienen mucha presencia pero no llegan a competir con los colores fuertes del suelo y los muebles negros. Se llevan bien con ellos, dejándoles el protagonismo justo.

Algunos toques deco como las alfombras (faltaría una tipo bereber en la zona del sofá) o el collage de cuadros, terminan de completar la imagen más contemporánea de esta zona de la casa.

En el dormitorio infantil teníamos carta blanca. Era un cuarto muy oscuro y decidimos que debíamos dejar pasar la luz y el color. Es para un chico de 11 años, así que incluimos algunos toques de negro, con un estilo más adolescente. Tiene un escritorio amplio en el que puede trabajar a gusto y una String de pared, perfecta para almacenar legos y libros.

Junto a la cama, un original taburete hace las veces de mesilla o de asiento improvisado a la hora de hacer los deberes en equipo. Las láminas con su inicial y un patinete desmontado, terminan de dar el toque desenfadado a su cuarto.

La alfombra, imprescindible, es lavable en la lavadora y nos permite ocultar el suelo a la vez que da calidez y luz a la envolvente.

Categoría
interiorismo