Al entrar a esta vivienda del barrio de Salamanca, encontramos un piso muy deteriorado pero con algunos elementos muy significativos de la época en la que había sido construida la vivienda. Los propietarios estaban concienciados del valor de estos elementos así que aceptaron encantados nuestra propuesta de restaurarlos y ponerlos en valor.
Mantuvimos las molduras que más merecían la pena y rescatamos el suelo en espiga y algunos trozos de muro de carga de fábrica de ladrillo.
En las zonas nuevas, como el baño o la cocina, se repusieron todas las instalaciones, pero mantuvimos algunos guiños al estilo más clásico original de la vivienda en los grifos, las piezas sanitarias y los azulejos del alicatado.
El resultado es una vivienda llena de luz que mantiene en esencia el ambiente clásico del Madrid de finales del siglo XIX.