Luchana. Madrid.

Sobre este proyecto

Los propietarios de esta vivienda en pleno corazón de Chamberí tenían muy claro su objetivo: querían alquilarla rápido, a un público objetivo concreto y a un precio que les permitiese amortizar su inversión lo antes posible. La vivienda llevaba algunos años vacía, se había quedado parada en el tiempo y necesitaba cambios profundos capaces de ponerla de nuevo en el mercado.

Cuando fuimos a visitar la casa nos encontramos una distribución muy enrevesada, con dobles circulaciones sin mucho sentido que hacían perder muchísimo espacio en zonas de paso. Sin embargo,  a pesar de ser un primero interior a pocos metros de la calle Fuencarral, estaba inundada de luz y silencio, y destacaban entre tanto desastre un suelo de madera en espiga y techos muy altos. Todos eran aspectos muy positivos que merecía la pena conservar y que nos iban a ayudar a conseguir una buena imagen final.

Trabajamos simultáneamente la distribución (eliminado pasillos conseguimos incorporar un vestidor y un baño en suite) los acabados, el amueblamiento y el estilismo, lo que nos permitió optimizar aún más los recursos de los propietarios. En los acabados, mantuvimos una envolvente neutra que pudiese adaptarse a cualquier inquilino y sobre todo, al paso del tiempo. Las piezas fuertes del mobiliario también son neutras y es en los complementos donde se añade la nota diferente y chic que consigue que la casa resalte entre todas las de su competencia.

Es tan poco habitual encontrar viviendas tan cuidadas para alquilar, que los propietarios tuvieron varias ofertas antes incluso de que estuviera terminada. Se alquiló un mes después de la entrega de llaves, sin haber estado siquiera publicada, sólo gracias al boca a boca que se creó a partir de un primer círculo de amigos de los propietarios.

Esta reforma es un ejemplo claro de que, a la hora de alquilar, no todo vale y de que, si se piensa bien antes de actuar, los resultados pueden ser espectaculares y se consigue exprimir al máximo cada euro invertido.

 

Categoría
interiorismo, reforma