Uno de los principales objetivos de esta reforma en el barrio de Arturo Soria era unir el espacio de la cocina con el del estar-comedor, reducir la superficie sin uso (la vivienda tenía un vestíbulo innecesariamente grande), ganar almacenamiento y, a ser posible, incorporar una ducha en un pequeño aseo al que los propietarios apenas daban uso.
No estaba en sus planes incorporar un laundry-room, pero cuando empezamos a trabajar la distribución vimos que nos ayudaba a ordenar el espacio y generaba un pequeño cuarto independiente en el que, además de la lavadora y la secadora, podían guardar el comedero y el arenero de sus tres gatitos.
La existencia de las mascotas nos obligaba además a definir un espacio en el que se pudiesen mover con libertad sin traspasar los límites de la zona de día. Por eso el espacio está pensado para poderse cerrar, evitando el paso de los gatitos tanto a los dormitorios como al despacho.
Mantuvimos el dormitorio principal con el tamaño y la disposición originales. En los otros dos conseguimos incluir sendos armarios funcionales manteniendo espacio libre suficiente para instalar dos dormitorios infantiles cómodos.
Ganando un poco de espacio al vestíbulo y al estudio, conseguimos incluir una ducha en el aseo. Para él, pensamos un diseño en blanco, negro y madera con un mueble suspendido y un banco a medida. Este último no pudieron suministrarlo a tiempo, así que de manera provisional, instalamos uno convencional el día de la sesión fotográfica.
Diseñamos el baño de la zona de dormitorios con una envolvente blanca que da todo el protagonismo al verde intenso del mueble del baño y al mural también verde que se refleja en el espejo.
Las carpinterías a medida y los puntos negros de los mecanismos eléctricos son el toque definitivo para llenar de personalidad este espacio.